El antigüo manager de Britney, Sam Lufti, sufrió una grande derrota en el proceso que mueve contra la cantante y su madre, Lynne Spears, por rompimiento de contrato y difamación.
De acuerdo con el site Radar Online, el juez que cuida del caso confirmó que Britney no está autorizada a declarar o presentarse en el tribunal para defenderse.
Lufti continúa intentando hacer con que Britney sea evaluada por un psiquiatra particular, pero los abogados de la familia también se opusieron al pedido.
La familia Spears es acusada de difamación por haber dicho que Sam Lufti daba a Britney una alta medicación cuando trabajaba con ella, en 2007.
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